fbpx

Worker Justice

WJW Logo

Building a Resilient Worker Cooperative Ecosystem in Madison, WI / Construcción de un Ecosistema Resiliente de Cooperativas de trabajadores en Madison, WI

This August, I (Cooperatives Organizer, Frida Ballard) was able to attend the ACE Institute conference in San Juan, Puerto Rico. Along with Charity Schmidt of Madison Cooperative Development Coalition (MCDC), and Rek Kwawer, who is the Executive Director of Madison Worker Cooperatives (MadWorC), I co-presented a brief history of cooperatives in Madison, the organizations and cooperatives that have emerged from the ecosystem, and how we are currently working together to expand and strengthen the cooperative network in Madison.

This year, Worker Justice Wisconsin has helped develop two new cooperatives: Shaky Hands Madison, an expansion of Shaky Hands in Milwaukee, consisting of workers from the Crushin’ It organizing campaign; and El Chisme, a co-op conversion. 

As we have worked on our business plans, completed financial training, and sought funding, it has become clear that while the Madison cooperative ecosystem is long-standing and resilient, there are significant gaps, particularly in funding. These gaps became very clear to me as I spoke with cooperativists in Puerto Rico, including developers from FIDECOOP (Fondo de Inversión y Desarrollo Cooperativo), a government and coop-funded agency that oversees and finances all types of cooperatives on the island.

In Puerto Rico, FIDECOOP is an organization that consists of three main branches:

  1. FIDECOOP, the main financial branch, which identifies cooperative businesses to finance;
  2. Emprende Coop, the incubation and acceleration branch, which consists of a 36-hour training program on workers rights, financial and democratic participation; and
  3. COSSEC, which handles compliance, ensuring the financial viability and democratic health of the cooperative, including additional financing, technical assistance, and continued education for established cooperatives. 

These three arms of the co-op ecosystem in Puerto Rico ensure two crucial things: continued assistance of established cooperatives, and in-depth incubation and acceleration of emerging cooperative businesses. 

The foundation of the co-op ecosystem in Puerto Rico began with credit unions and insurance cooperatives. Thanks to this initial investment and continuous buy-in, cooperatives have had a reliable source of funding and expertise to draw from. 

From my perspective, this is what is lacking in the Madison ecosystem. In Wisconsin, there is a large missed opportunity for local credit unions to support local cooperatives. But even without the participation of credit unions, we can partner with existing cooperatives and organizations committed to growing the cooperative movement to form a mutual support system for worker cooperatives.

To that end, I would like to see an alliance between worker cooperatives and ally organizations that could provide consistent funding for sustainable growth in the cooperative movement. 

MadWorC already provides mutual technical assistance, knowledge, and resources with other cooperatives, and has worked with MCDC to promote pro-co-op policies in Madison, such as a $10K grant to cover costs related to incorporation. However, there are still more barriers to access that Latine and immigrant workers face due to existing biases and financial constraints.

In my view, the first step to dealing with the problem is to increase the buy-in of established cooperatives to create a common purse that new and existing cooperatives could draw from. This common fund could do such things as:

  • Pay the new worker owner for the time they invest in developing their new cooperative
  • Provide more grant funding for start-up costs
  • Provide financial aid for established co-ops looking to expand
  • Financially support co-op incubators and accelerators such as Worker Justice Wisconsin
  • Develop pro-worker cooperative policies and initiatives

Again, some of this work has already been done by organizations such as MadWorC, but it has lacked consistent funding. Moreover, this kind of support work requires consistent mutual collaboration between existing cooperatives and community organizations. It cannot be the work of one organization alone. 

My main takeaway from my time in Puerto Rico is that in order for cooperatives to successfully challenge powerful institutions that uphold imperialism and corporate greed, the ecosystem has to be reliably and sustainably financed by a consortium of existing co-ops and organizations. 

Cooperatives have to keep up with the demand for just employment, and with the growing challenges to worker rights. At Worker Justice Wisconsin, we are paving the way for this future by building the necessary mutual support system while incubating cooperatives.

///

Este agosto, yo (Frida Ballard, Organizadora de Cooperativas) pude asistir a la conferencia del Instituto ACE en San Juan, Puerto Rico. Junto con Charity Schmidt de Madison Cooperative Development Coalition (MCDC), y Rek Kwawer, que asume la Dirección Ejecutiva de Madison Worker Cooperatives (MadWorC), presenté una breve historia de las cooperativas en Madison, las organizaciones y cooperativas que han surgido de este ecosistema, y cómo estamos trabajando juntos actualmente para expandir y fortalecer la red cooperativa en Madison.

Este año, Worker Justice Wisconsin ha ayudado a desarrollar dos nuevas cooperativas: Shaky Hands Madison, una expansión de Shaky Hands en Milwaukee, compuesta por trabajadores de la campaña de organización de Crushin’ It; y El Chisme, una empresa convertida en cooperativa.

A medida que hemos trabajado en nuestros planes de negocios, completado la capacitación financiera y buscado financiamiento, ha quedado claro que, si bien el ecosistema cooperativo de Madison es duradero y resistente, existen lagunas significativas, particularmente en el área de financiación. Algo que me quedó muy claro cuando hablé con cooperativistas en Puerto Rico. Por ejemplo, los desarrolladores de FIDECOOP (Fondo de Inversión y Desarrollo Cooperativo), una agencia financiada por el gobierno y las cooperativas que supervisa y financia todo tipo de cooperativas en la isla.

En Puerto Rico, FIDECOOP es una organización que consta de tres ramas principales:

  • FIDECOOP, la principal rama financiera, que identifica negocios cooperativos para financiar;
  • Emprende Coop, la rama de incubación y aceleración, que consiste en un programa de capacitación de 36 horas sobre derechos de los trabajadores, participación financiera y democrática; y
  • COSSEC, que se encarga del cumplimiento, asegurando la viabilidad financiera y la salud democrática de la cooperativa, incluido el financiamiento adicional, la asistencia técnica y la educación continua para las cooperativas establecidas.
  • Estas tres ramas del ecosistema cooperativo en Puerto Rico aseguran dos aspectos cruciales: la asistencia continua de las cooperativas establecidas y la incubación y aceleración en profundidad de los negocios cooperativos emergentes.

La base del ecosistema cooperativo en Puerto Rico comenzó con las cooperativas de ahorro y crédito y las cooperativas de seguros. Gracias a esta inversión inicial y a la participación continua, las cooperativas han tenido una fuente estable y constante de financiación y experiencia de la que pueden beneficiarse.

Desde mi punto de vista, esto es lo que falta en el ecosistema de Madison. En Wisconsin, las cooperativas de ahorro y crédito locales o cajas de ahorros están perdiendo la gran oportunidad de apoyar a las cooperativas locales. Pero incluso sin la participación de cooperativas de ahorro y crédito, podemos asociarnos con cooperativas y organizaciones ya existentes que están comprometidas con el crecimiento del movimiento cooperativo para formar un sistema de apoyo mutuo entre las cooperativas de trabajadores.

Con ese fin, me gustaría ver una alianza entre las cooperativas de trabajadores y las organizaciones aliadas que podrían proporcionar fondos consistentes para el crecimiento sostenible del movimiento cooperativo.

MadWorC ya brinda asistencia técnica mutua, conocimiento y recursos con otras cooperativas, y ha trabajado con MCDC para promover políticas a favor de cooperativas en Madison; por ejemplo, una subvención de $10,000 para cubrir los costos relacionados con la incorporación. Sin embargo, los trabajadores latinos e inmigrantes todavía enfrentan más barreras para el acceso debido a los prejuicios existentes y las limitaciones financieras.

En mi opinión, el primer paso para abordar el problema es aumentar la participación de las cooperativas establecidas para crear un fondo común del que puedan beneficiarse las cooperativas nuevas y ya existentes. Este fondo común podría:

  • Pagarle al nuevo propietario-trabajador por el tiempo que invierte en el desarrollo de su nueva cooperativa
  • /Proporcionar más fondos de subvención para los costos iniciales
  • Proporcionar ayuda financiera para cooperativas ya establecidas que buscan expandirse
  • Apoyar financieramente a incubadoras y aceleradoras de cooperativas como Worker Justice Wisconsin
  • Desarrollar políticas e iniciativas en favor de las cooperativas de trabajadores
  • Como dije, organizaciones como MadWorC ya han realizado parte de este trabajo, pero hacen falta fondos consistentes. Además, este tipo de trabajo de apoyo requiere una colaboración mutua constante entre las cooperativas existentes y las organizaciones comunitarias. No puede ser el trabajo de una sola organización.

Mi principal conclusión del tiempo que pasé en Puerto Rico es que para que las cooperativas desafíen con éxito a las poderosas instituciones que defienden el imperialismo y la codicia corporativa, el ecosistema debe ser financiado de manera confiable y sostenible por un consorcio de cooperativas y organizaciones existentes.

Las cooperativas tienen que mantenerse al día con la demanda de empleo justo y con los crecientes desafíos a los derechos de los trabajadores. En Worker Justice Wisconsin, estamos abriendo el camino hacia este futuro al construir el sistema de apoyo mutuo necesario mientras incubamos cooperativas.